1º Acto
En una noche lluviosa en el Londres eduardiano, el público
asistente a la ópera de Covent Garden espera bajo los arcos del edificio para
tomar taxis. Eliza Doolittle, una florista callejera de clase humilde
(Cockney), tropieza con un joven llamado Freddie. Eliza se enfada y le reprocha
que haya tirado sus flores al barro, pero se anima al vender un ramillete a un
caballero de mayor edad. Cuando descubre que otro hombre se dedica a copiar
todo lo que dice en un cuadernillo vuelve a enfadarse, de modo que él explica
que estudia fonética y puede identificar los orígenes de cualquier persona por
su acento. Se lamenta del horrible acento de Eliza cantando el primer tema,
"Why Can't the English learn to speak?" (¿Por qué los ingleses no
pueden aprender a hablar?). En ese momento declara que en 6 meses podría
convertirla en una dama respetable enseñándole cómo hablar correctamente. El
caballero al que Eliza le había vendido las flores se presenta como Coronel
Pickering, un lingüista que ha estudiado dialectos de La India y el foneticista
se presenta como Henry Higgins, de modo que, como ambos querían conocerse,
Higgins invita a Pickering a quedarse en su casa en Londres. Distraídamente
deja la calderilla que llevaba en la cesta de Eliza al marcharse, de modo que
ella y sus amigos se preguntan cantando "Wouldn't It Be Loverly" (¿No
sería maravilloso?) cómo sería vivir una vida mejor.
Pickering y Higgins están en casa del segundo discutiendo
acerca de las vocales cuando la Señora Pearce, ama de llaves, anuncia que una
joven con un acento espantoso ha venido a ver al profesor Higgins. Es Eliza que
viene a tomar clases de dicción para poder transformarse en una dama. Pickering
insinúa que Higgins no puede sacar nada bueno de ello, y se ofrece a pagar las
lecciones de Eliza mientras Higgins lanza la apuesta de convertirla en una dama
en 6 meses y después presentarla en el baile anual de la embajada. A partir de
aquí empieza una intensiva preparación donde deben corregir el habla de Eliza,
sus modales y su forma de vestir. En esta tesitura, Higgins se ve a sí mismo
como un hombre paciente y de buen corazón que no puede convivir con mujeres
cantando "I'm an Ordinary Man" (soy un hombre corriente), cuando en realidad
es un hombre misógino y egocéntrico.
A la mañana siguiente, Alfred Doolitle, el padre de Eliza,
llega a la casa de Higgins anunciando que Higgins está echando a perder las
virtudes de Eliza. Higgins queda impresionado con el don natural del padre para
el discurso y su falta de moralidad, pues según Alfred Doolitle, no se la puede
permitir. Higgins y Doolittle acuerdan que Eliza siga con sus lecciones de
dicción y viva en la casa de Higgins si Higgins da a Alfred Doolittle 5 libras
esterlinas. Higgins aprovecha la ocasión para recomendar a Doolittle a un
millonario estadounidense que busca un profesional de moralidad. Entre tanto,
Eliza soporta duras clases de dicción repitiendo frases como "In Hertford,
Hereford and Hampshire, hurricanes hardly ever happen” (para demostrar cómo
aspirar las haches) o "the rain in Spain stays mainly in the plain"
(para practicar el diptongo /ei/). Ella sueña con diferentes modos de matar al
Profesor Higgins, desde la enfermedad a ahogarlo en llamas mientras canta
"Just You Wait" (ya verás). Los sirvientes de la casa se quejan del
trabajo tan arduo de Higgins mientras cantan "The Servants' Chorus"
(el coro de los sirvientes), de modo que cuando ellos lo dan por imposible,
Eliza por fin muestra que ha progresado en sus lecciones tras un discurso de
Higgins sobre la gloria de la lengua inglesa. "The Rain in Spain" es
el canto de triunfo mientras Higgins y Eliza bailan en el estudio. A partir de
aquí la dicción de Eliza se transforma en el estándar británico de clase alta. El
ama de llaves, la señora Pearce, insiste a Eliza para que se vaya a dormir,
pero ella está demasiado agitada para irse a la cama mientras canta "I
Could Have Danced All Night" (podría haber bailado toda la noche).
Para su primera prueba en público, Higgins lleva a Eliza al
palco de su madre en el hipódromo de Ascot ("Ascot Gavotte"). La
Señora Higgins acepta a regañadientes ayudar a Eliza a mantener una
conversación propia de una dama siguiendo la recomendación de su hijo de
limitarse a dos temas, el tiempo y la salud. Eliza causa una buena impresión
con sus buenos modales, pero no basta con hablar bien, carece de un trasfondo
cultural propio de la clase noble, por lo que asusta a todo el mundo cuando se
levanta del palco para animar al caballo al que habían apostado. A pesar de
ello, cautiva a Freddie Eynsford-Hill, el joven con el que chocó al principio
de la historia, que había acudido al palco de la señora Higgins con su madre.
Freddie acude a la casa de Higgins para ver a Eliza esa misma noche, pero ella
no quiere verlo. Él declara que la esperará en la calle donde vive mientras
canta "On the Street Where You Live" (en la calle donde vives).
La prueba final consiste en hacer pasar a Eliza por una dama
de la nobleza en el baile anual de la embajada, y tras semanas de preparación,
está lista para ello. Todos los asistentes al baile la admiran, y la reina de
Transilvania la invita a bailar con su hijo, el príncipe, con quien baila el
"Embassy Waltz" (Vals de la Embajada). Eliza baila después con
Higgins mientras un rival de Higgins en la fonética, el húngaro Zoltan
Karpathy, trata de descubrir los orígenes de Eliza a través de su habla. A
pesar de que Pickering y la Señora Higgins desaconsejan a Higgins que Eliza
baile con Karpathy, Higgins decide dejarle bailar con Eliza.
2º Acto
Eliza consigue engañar incluso a Zoltan Karpathy haciéndole
creer que ella es en realidad una princesa húngara. Tras el baile, Higgins
presume de su triunfo ante sus sirvientes y el Coronel Pickering cantando
"You Did It" (lo hiciste) y agradeciendo que el experimento ha
llegado a su fin, mientras Eliza se siente ignorada y abandonada. Al cabo de un
rato Higgins se da cuenta de que ha perdido sus zapatillas, y pregunta a Eliza
por ellas, momento en que ella lanza toda su rabia sobre él, dejándolo
anonadado por su ingratitud mientras ella repite el tema "Just You
Wait" (ya verás).
Eliza decide dejar la casa de Higgins y se encuentra a
Freddy esperando en la calle (repetición del tema "On the Street where You
Live"). Él empieza a decirle lo mucho que la ama, pero ella le corta
alegando que ha escuchado suficientes palabras, y si de verdad la ama, debe
mostrárselo, cantando el tema "Show Me" (muéstrame). Ella y Freddy
regresan a Covent Garden, donde los amigos de Eliza no la reconocen por su
aspecto refinado. De pura coincidencia encuentra a su padre, vestido con un
traje caro. Él le explica que recibió una herencia sorpresa del millonario
estadounidense al que el Profesor Higgins había recomendado, lo cual le ha
llevado a adoptar la moralidad propia de las clases medias, y debe casarse con
la madrastra de Eliza, la mujer con la que lleva viviendo muchos años. Eliza ve
que ya no pertenece al ambiente humilde de Covent Garden, y ella y Freddie se
marchan. Alfred Doolittle y sus amigos se toman una última ronda de bebidas
antes de la boda mientras cantan "Get Me to the Church on Time" (llevadme
a tiempo a la iglesia).
Higgins se despierta a la mañana siguiente para encontrarse
que, sin Eliza, tiene té en vez de café para desayunar y no puede encontrar sus
propios archivos. Se pregunta por qué se marcharía tras el triunfo en el baile
y concluye que los hombres (especialmente él) son superiores a las mujeres
cantando "A Hymn to Him" (un himno para él). Higgins acude a casa de
su madre para pedirle ayuda y se encuentra a Eliza tomando el té con ella. La
madre los deja solos y Eliza le explica que él siempre la ha tratado como a una
florista callejera, pero el Coronel Pickering la trataba siempre como una dama,
y de él aprendió a comportarse como tal. Higgins asegura que siempre la ha
tratado como Pickering y le pide que vuelva. Eliza lo acusa de usarla sólo para
hacer los recados y anuncia que se casará con Freddie porque la ama, y ya no
necesita a Higgins, cantando "Without You" (sin ti) mientras admite
lo tonta que era pensando que le necesitaba. Higgins queda asombrado con la
actitud de independencia de Eliza y quiere que se quede con él, pero ella le
dice que no la volverá a ver.
Mientras Higgins vuelve a casa, se da cuenta de lo que
siente por Eliza mientras canta "I've grown accustomed to her face"
(me he acostumbrado a su cara). No puede reunir el coraje de confesarle que la
ama e insiste en decir que si se casa con Freddy y vuelve no la aceptará. A
pesar de todo, le resulta difícil imaginarse solo de nuevo. Reproduce la
grabación de Eliza la mañana que acudió a verlo para solicitar sus servicios.
Escucha su propia voz diciendo lo barriobajera y sucia que era ("She's so
deliciously low! So horribly dirty!") y de repente el fonógrafo se apaga y
una voz real habla con acento Cockney: "I washed me face an' 'ands before
I come, I did." (Me he lavado la cara y las manos antes de venir, de
verdad). Henry Higgins se gira y ve a Eliza en el umbral dudando si volver con
él. El musical acaba en un punto de posible reconciliación entre maestro y
pupila al volverse Higgins de nuevo y preguntar: Eliza, ¿dónde demonios están
mis zapatillas? ("Eliza, where the devil are my slippers?").
No hay comentarios:
Publicar un comentario